Algunas de las
frases que mas escuchamos estos días fueron: “esto antes no pasaba, esto pasa
sólo en este país”. Me parece que no. No quiero empezar polemizando pero yo
recuerdo un Colo Colo – Boca por Copa Libertadores en Chile donde la policía le
soltó los perros a los jugadores de Boca y las cámaras de fotos de los
fotógrafos, en realidad estaban vacías y llenas de piedras para tirarle a los
jugadores. No hace mucho que a Tigre le dieron por perdida una final con San Pablo después que el plantel se negara a
salir a la cancha porque la policía brasilera le apunto en el pecho a mas de un
jugador en el entretiempo del vestuario visitante. Otros dirán “el fútbol y su
gente, la falta de seguridad, el tercer mundo”, perdón pero tampoco. Hace unos
años, Monica Seles fue apuñalada por un espectador en el medio de un partido en
Hamburgo. En ese momento era la número uno del mundo.
Esta
introducción, lo único que intenta hacer es llamar a la coherencia y analizar
los hechos de la manera más objetiva posible y sabiendo de antemano quienes son
los que intervienen en este tipo de cuestiones.
Mi única
pretensión, es que se tome la medida que se tome, sea pensando en salvar el
fútbol. Lamentablemente, estoy seguro que eso no es lo que primará y la medida
estará infectada de los intereses de este momento.
Por suerte, nadie
me paga para escribir, con lo cual el único interés que tengo es el de
expresarme libremente. Como hincha de Boca imagino que muchos repudiaran lo que
escribo y otros probablemente no, que la libertad de opinión se canalice hacia
el lado de beneficiar al fútbol.
Para mí los
problemas empezaron antes del partido, con la designación del árbitro. La
designación de Herrera demostró que se reconocieron los errores de Delfino en
el partido de ida (de ser así debió tomarse alguna medida de oficio con algún
jugador) o en su defecto con el mismo Delfino. Se cambió un árbitro que no fue
duro por otro más tarjetero que los tarjeteros de Pinar de Rocha. Mi primer
lectura fue; después de un árbitro que perjudicó a Boca por no ser duro, poner
a otro, que si lo es pero en un partido en el que Boca tiene la presión de
ganar, me parece que es aún más estúpido y de antemano predispone mal a
jugadores e hinchas.
Después, sobran
situaciones para los análisis puntuales. El partido debió suspenderse a los
cinco minutos de conocida la agresión a los jugadores. Que la sanción sea sólo
para Boca me parece que no alcanza, el árbitro y el representante de la
Confederación Sudamericana no estuvieron muy lúcidos.
Me hubiera
gustado ver a los jugadores de Boca acercarse a los de River y decirles ”muchachos
nos vamos todos no podemos seguir”. Me hubiera gustado ver a la gente abuchear
y salir espantada de la cancha renunciando a seguir viendo ese patético
espectáculo. Pero después de 40 minutos también me hubiera gustado ver a Ponzio
y compañía decir “ya estamos bien, pero no seguimos porque no están dadas las
condiciones”, el efecto del gas pimienta no dura 30 horas. También me hubiera
gustado no ver a Arruabarrena intentando convencer a Gallardo de seguir y me
hubiera gustado no ver a Gallardo diciendo “hay un médico que dice que no están
bien”, hubiera sido mejor decir “así no seguimos”. Gallardo decidió aprovechar
la oportunidad más allá de los acontecimientos. De hecho, dar a conocer un
certificado médico que les da a los jugadores 72 hs de reposo me suena mas a
sumar un dato para que a nadie se le ocurra jugar que a explicar el estado de
salud de los jugadores. La salida debió ser de los dos al mismo tiempo y a los
diez minutos de suspendido el partido. El presidente de Boca debiera despedir a
Orión por saludar a la hinchada (eso genera o generará violencia en otro
momento) y el resto de los jugadores deberían irse solos porque si no tienen
huevos para no dejarse manejar, tampoco lo tienen para estar donde están. El
Vasco debería irse también porque ninguno le hizo caso. Sólo lo salvo a Osvaldo
que se vió claramente como decía “hacemos lo que ustedes digan”.
Berni debería
quedarse en su casa y no opinar porque si no sabe si Nisman se mató o lo mataron
y estaba sólo en su departamento no creo que encuentre al que tiró un gas
pimienta entre 50000 personas.
La policía no
hizo nada ni adentro de la cancha ni en las tribunas. De los 50 tarados que se
quedaron a tirarles cosas a los jugadores de River prefiero no opinar para que
no crean que soy un temerario.
La solución del
futbol no es jugar sin visitantes, ya está demostrado no? No quiero que el
futbol argentino se transforme en el futbol europeo donde los jugadores firman
por contrato hasta que peinado se pueden hacer.
Yo quiero el
único fútbol que reconozco como tal. El que se juega para ganar, para estar en
la gloria, el que no negocia, el que no especula.
La sanción es
“ejemplar”, no tengo dudas. No se puede esperar más siendo que en muchos otros
casos, o no hubo sanciones o fueron muy inferiores.
El futbol lo
salvamos nosotros o no lo salva nadie. Recuerdo en la era Macri que estaba todo
arreglado para que Chilavert ataje en Boca. El mismo Chilavert que una y otra
vez había provocado a la tribuna de Boca cada vez que venía como visitante. Se
rumoreaba que estaba a punto de firmar el contrato con Boca y vino Vélez a
jugar a la Bombonera. En mi vida escuche tantos chiflidos a un jugador como esa
noche. Macri dio marcha atrás y entendió el mensaje.
El futbol es del
hincha, el poder lo tiene el hincha, esta manga de sátrapas de uno y otro lado
no les importa mas que su propio beneficio. Todos los que hoy condenan la
violencia son los mismos que hace unos meses lo dejaron a Cantero sólo como un
perro. Yo sigo en el mismo camino y le doy al futbol la pasión que me da. No pierdo
las esperanzas y espero que algún día cambie.
La reflexión
final esta vez no corre por mi cuenta
“Capas no llegue a jugar profesionalmente al FUTBOL, o
capas que si, pero amateurmente, cuando voy a cada pelota voy a morir, cuando
mis piernas dicen BASTA mi corazón dice SEGUI. A diferencia de los
profesionales cuando se me rompen los botines no los cambio, paso noches
arreglándolos, pegándolos, para poder seguir jugando, porque es lo que amo. El
futbol, es mi vida. El dia que no pueda
jugar mas, ahí termina mi vida!”
Emanuel Ortega (jugador fallecido al dar la cabeza con un muro perimetral)