lunes, 22 de junio de 2020

De punta a punta



Cuando llega esta fecha Facebook me trae algún recuerdo y recuerdo que recuerdo.
Recuerdo tu cara, tu voz, tus manos, tus ojos, tu sonrisa, tu risa y tu carcajada. Recuerdo tu pelo y tu peinado, recuerdo la alergia de tus manos y las manchas hepáticas, recuerdo tu picazón, recuerdo tus mentiras en el truco, tus asados en el club o en casa, con sol o con chapa si llovía, te recuerdo abriendo el juego arrimando el bochín. Te recuerdo impecable, elegante, te recuerdo planchando camisas y lustrando nuestros zapatos los domingos por la noche. Te recuerdo saltando el barro para que no se te manchen los zapatos, te recuerdo corriendo el 624, tomando el primer café del día en Ramos, después corriendo el tren y luego en Flores llamando un tacho. Recuerdo el diario La Razón, te recuerdo viendo crónica, recuerdo las tortas de ricota y los merengues para mama. Te recuerdo trayéndole flores. Recuerdo tus mates en mate de loza, recuerdo tu brocha  y tu afeitadora con hoja, recuerdo hasta el ruido de su pasada por tus mejillas. Te recuerdo saludando al puestero, a la florera y a medio barrio de flores. Te recuerdo encontrándote conocidos en todos lados. Te recuerdo entrando al bar de Avenida del trabajo y Varela por el último café antes de entrar al negocio. Recuerdo Karokas, Boston, Herodes, Bostonsport y Robysport. Te recuerdo buen vendedor, te recuerdo llevando ropa al sastre. Recuerdo las palabras, fuelle, feca, minón, moishe, tacos, milonga, comedero, milicos, pocho, chamuyo, cafiolo, nami, escolazo y espetáculo. Recuerdo el fiambre de los domingos a la noche y recuerdo la ceremonia del queso y dulce de batata con chocolate. Recuerdo el puto faso y como no recordarlo, recuerdo el vermut y te recuerdo quinielero. Recuerdo tu número, el del nicho en Flores, el 395 y todavía lo juego. Te recuerdo acertando para los 15 de Milita y revoleando las prendas que cocía la vieja para pagar la fiesta, te recuerdo festejando que tu nena tuviera su fiesta, te recuerdo brillando y bailando ese día con ella. Recuerdo tu mirada apasionada el día de mi casamiento cuando te sorprendí bailando un tango. Te recuerdo en El Halcón desayunando con Amadeo, te recuerdo haciendo vidriera en Karokas. Recuerdo tambien cuando te entraban a robar por la ventanita del fondo, la de arriba. Te recuerdo comprándome un perro en la otra cuadra del negocio, te recuerdo chamuyando al del circo de la vuelta para que me deje ver mil funciones. Te recuerdo contando cuando en plena dictadura caían los milicos para hacerte cerrar el negocio y comprar en privado. Recuerdo tus picos de tensión y tu boca torcida. Te recuerdo con la cara pintada con corcho quemado cuando en alguna siesta, el flaco te jodía. Te recuerdo atropellando la estufa del pasillo y puteando de madrugada. Te recuerdo en la puerta y en calzones la noche que explotó todo. Te recuerdo destapando la zanja del fondo. Recuerdo tus carteras bajo el brazo. Te recuerdo haciendo esfuerzos para pagar el cole o la temporada de pileta. Te recuerdo acudiendo a tus contactos en la Municipalidad para que yo saque mi primer registro. Te recuerdo confidente de tus penas y cómplice de mis salidas. Te recuerdo amigo de mi amigo y te recuerdo con pasión por los tuyos. Te recuerdo con Hernan y recuerdo tus lágrimas por el Ruso. Recuerdo tus bifes a la portuguesa, tus sopas de arroz y tu puré con queso, manteca y huevo, aún lo hago. Te recuerdo festejando el mundial 78 con locura. Te recuerdo yendo a la cancha conmigo. Te recuerdo despidiendo a tu vieja. Te recuerdo midiéndome los lompa para que la vieja me haga el dobladillo. Te recuerdo enseñándome a hacer el nudo de la corbata. Te recuerdo con el corazón abierto cuando me fui a USA y más tarde leyendo aquella carta cuando se fue la tía Ilda. Te recuerdo a carcajadas con la Pantera rosa y Tom y Jerry "que hijo de puta que es ese ratón", te recuerdo aplaudiendo el monólogo de Tato los domingos a la noche. Te recuerdo alabando a Olmedo y sonriendo con Porcel. Te recuerdo disfrazado del mano santa en Salamanca. Te recuerdo apasionado, te recuerdo sensible, te recuerdo cabeza dura y escorpiano. Recuerdo tus cumpleaños cada 14 de noviembre y lagrimeo cada 29 de enero. Te recuerdo en mi brazo derecho cuando miro mi tatuaje. Te recuerdo a los pies de Troilo, te recuerdo bailando con la vieja, en el club, para las fiestas, en mi casorio y en cualquier lado, recuerdo tus manos en su espalda marcando el paso que sigue. Recuerdo el brillo en tus ojos cuando mirabas a mi esposa, los recuerdo cómplices de algunas cosas. Recuerdo tu barrio como si fuera mío. Recuerdo a Troilo, el polaco, Manzi, Floreal y Julio Sosa entre otros. Recuerdo "Barrio de tango", recuerdo "Responso" y "Pa que bailen los muchachos". Recuerdo muchos tangos mas. Te recuerdo viejo zorro con tus nuevas señoras. Te recuerdo bailando cumbia con tu nena y riéndote con songuito "este me salió loquito". Recuerdo a mi hermano mayor, romperse en llanto por tu recuerdo. Te recuerdo empujando la coupe taunus del flaco, te recuerdo contando anécdotas. Te recuerdo bostero hasta los huesos. Me recuerdo a tu lado los domingos temprano en tu cama si corría el Lole en la F1 o juagaba el Diego en Napoli. Te recuerdo hablándome de Fangio, Lauda, Cassius Clay, Leonard, Loche, Monzón, Bonavena, Pancho Sa, Suñé, Ratín, Francisco Varallo, Mastrangelo, Mousso, Amadeo, Labruna, Di Stefano, Pelé, Didí, Vavá y Garrincha. Te recuerdo compartiendo conmigo las hazañas de Tyson, Jordan y Senna. Recuerdo el 22 de enero del último superclásico que vimos juntos porque era el cumpleaños del primer año del hijo de mi amigo, pero me dijo que no fuera. Él también sabía que yo necesitaría ese recuerdo. Nos recuerdo juntos gritando aquellos goles. Recuerdo tus grandes frases "la cagada ya está hecha" y "esto es lo mismo que hacerle la paja a un muerto". Recuerdo la última navidad que decidiste transformar en gran recuerdo. Recuerdo tus excesos, tus pupilas dilatadas, tu lengua trabada y un caminar destartalado. Recuerdo el dia que te fuiste de casa sin llevarte nada. Recuerdo y uso tus grandes puteadas porque son legado además de recuerdo. Recuerdos tus trabajos de mierda y todos tus magros sueldos. Recuerdo tu dolor en esa puta pierna y recuerdo sentarte cada 10 minutos. Recuerdo aquella noche que te saqué asustado del kiosco de flores. Te recuerdo cansado y entregado. Te recuerdo pobre pero generoso. Te recuerdo feliz con poco. Te recuerdo recordando mis cabritos asados. Recuerdo nuestros llamados con cada gol de Boca. Te recuerdo orgulloso de tus hijos y fascinado con tus nietos. Recuerdo tu olor y recuerdo tu perfume, de ese todavía algo tengo. Recuerdo tu polera blanca, la negra, tu anillo de oro, y el último que tuviste que ahora tengo puesto. Te recuerdo galán, amable y educado.
Recuerdo tu último beso con mamá, recuerdo la última caricia que me diste y tu último "te quiero". Recuerdo nos pediste que vayamos a descansar aunque te estabas muriendo. Recuerdo incluso aunque no quiera, tu último suspiro.
Te recuerdo abrazando a mis hijos y ningún recuerdo supera ese recuerdo.
La inteligencia artificial de Facebook me pide recordarte con un algoritmo pero nada es tan eficiente como mi recuerdo de lo vivido.
Lo que no recuerdo es tener miedo de olvidarte porque no hay un día que no recuerde recordarte.

Feliz día viejo!!!





lunes, 1 de junio de 2020

El Contador de Asados


Cuenta la leyenda, que existe en el barrio de Haedo, en los confines del partido de la Matanza, un contador de asados. Al parecer, el mito habla de un tipo que hace largo tiempo comenzó a contar sus asados. Como todo mito urbano está rodeado tanto de relatos reales, como imaginarios y falaces. A los efectos de correr el velo sobre este personaje hemos recogido diversos testimonios con el fin de intentar reconstruir su personalidad, descubrir su identidad y confirmar o refutar su mitológica destreza en el arte de asar.
Hay quienes dicen que es amigo de actores y músicos famosos. Al parecer en sus redes sociales se lo puede ver acompañado por figuras de renombre en aquellas codiciadas profesiones.
Un buen hombre de unos 70 años se jactó de conocerlo muy bien.:  "Es un tipo sigiloso, sale como si nada de su casa y encara para la carnicería. Es el mejor cliente del carnicero, le separa los cortes que sabe que él comprará..." Siguió su marcha sin aceptar decirnos donde vive.
Otros dijeron estar seguros que tiene una familia grande y numerosa que le permitió hacer asados para muchos hijos y así ganar experiencia.
Una señora, juró haber estado en uno de esos asados y dijo que no le pareció tan experto porque se cortó la mano mientras desgrasaba un matambre de cerdo.
Una pareja de unos 30 años que caminaba por la esquina de Concordia y Alegría declararon con aparente conocimiento y razón que hace una entraña con queso y cebolla para chuparse los dedos.
Hay quienes dicen que hasta se emitió un documental para la televisión alemana hablando de este personaje.
Un joven de 27 años dijo que escuchó hablar de él en un recital de Ciro y los persas y que su padre le contó que su leyenda ya se escuchaba en los recitales de los Piojos.
No faltaron los que aseguraron que sus destrezas en el fútbol son similares a las de la parrilla y confirmaron que es fanático bostero.
El círculo de odontólogos de Haedo publicó una solicitada en una revista local intimándolo a no hacer asados tan tiernos dado que ello ha derivado en una clara disminución de consultas a sus profesionales asociados.
Algunos aseguran haberlo visto por la ruta ocho en horas muy tempranas.
Una señora mostró un mensaje de texto de su hijo que dice haber sido mozo en un restaurant de Paris. El mensaje relataba que una noche, mientras llegaba a cubrir su turno en el restaurant donde trabaja  había varios mozos parados al lado de su mesa intentado entenderlo mientras contaba cómo se hace un gran asado argentino.
Algunos estudiantes del Jorge Newbery pidieron ser escuchados para contar que además tiene una pizarra. Al parecer, dicha pizarra, no solo hace alusión al número de asado que entrará a la parrilla sino que a dicho número lo acompaña una frase que en ocasiones surge de su propio repertorio y en otras de extraños concursos en redes sociales en las que pide colaboración para encontrar una adecuada. No hemos podido dilucidar el método de elección de la misma pero intuimos que si no le simpatiza consultar que cortes comprar, tampoco debe simpatizarle que le sugieran que frase elegir. Entendemos, que el método de elección es totalmente arbitrario y ajustado muy probablemente, a su humor diario.
Un señor muy mayor que paseaba un labrador dijo estar seguro que su nieto era amigo del fulano y  le contó que solo toma champagne para acompañar sus festines.
En un maxi kiosco de la Avenida Don Bosco uno de los cinco chicos sentados en la vereda tomando cerveza con los ojos un poco inyectados se paró y exclamó casi a los gritos  "yo estuve en un asado de ese loco, un viejo se paró y pidió un aplauso pal asador, el chabón estaba de espalda al viejo viste, estaba pinchando los chinchu o los chori, no me acuerdo, tenía en una mano el tenedor y en la otra la cuchilla, se giró, lo miró fijo a los ojos y de ahí de aonde estaba parado le tiró la cuchilla y se la clavó en medio del pecho, ahí cayó el viejo nomas, lo patearon para un costado y siguieron morfando. El loco nos miró a todos y dijo -No me banco que pidan un aplauso para el asador, en este arte se aplaude a cualquiera..."

Tan grande es el mito del Contador de Asados que los refutadores de leyendas de Flores se sintieron obligados a abandonar extraordinariamente el barrio y partir hacia Haedo a decir lo suyo y emitir un comunicado:

-No hay nadie capaz de hacer miles de asados y menos aun de contarlos, esa destreza, no se condice con el estilo despilfarrado y borrachín que debiera tener quien carga en sus hombros tan noble proeza.

-Ponemos en duda la cantidad que pretende revelar a partir de saber que es un tipo futbolero y es seguro que los asados de visitante los cuente doble.

-Es imposible que ante tan promocionada fama, ni Green Peace, ni los movimientos veganos hayan intervenido para frenar tal masacre vacuna.

-Conocemos a su carnicero y ciertamente no es todo lo millonario que debiera ser con un cliente como el que se relata.

-Son conocidos sus andares de juventud. Nadie con tanto desparpajo puede encarrilar su vida hacia una actividad tan familiar.

Estimado lector, a esta altura no estamos seguros de haber podido arrojar algo de luz sobre este misterioso personaje. Nuestra investigación no nos permite llegar a concluirlo como sórdido o ampuloso. Nos debatimos entre todos los testimonios recogidos y la escases de pruebas no nos permiten desempantanarnos. Los últimos comentarios hacen referencia a que hoy se celebra el asado 2000. De ser así, la pandemia actual no permite un festejo multitudinario como el que seguramente se hubiera realizado ante tan conmemorable evento. Imaginamos entonces un festejo íntimo, rodeado de sus afectos más cercanos, una frase en la pizarra y la carne lagrimeando en el la parrilla. Seguramente no será como lo soñó pero seguramente todos los que estuvieron en alguno de los 2000 le harán llegar algún saludo, algunos con un llamado, algunos por mensaje y otros por comentarios en las redes. Quién sabe, alguno quizás, le escriba un cuento.



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