miércoles, 16 de diciembre de 2009

-Una charla profunda con papá

(24/10/2009)
Hacía mucho tiempo que no hablábamos tranquilos. Esta vez fue él quien se encargó de hacer la convocatoria. Obviamente no podía dejarlo pasar. Se que siempre esas reuniones para él son un momento muy especial. La verdad es que para mi también y me entusiasmaba mucho el hecho de verlo tan contento. Hace mucho que no lo veía así. Después de un día de 1000 grados, la noche de Buenos Aires se había puesto fría y lluviosa. Bastó que el viejo empezara su monólogo para que el viento y el agua empezaran a intentar hacerme desistir. Imposible. Estos momentos no me los pierdo. Como es costumbre yo escuché cada una de las cosas que decía pero el no escuchó ni una de las que yo decía. Empezó haciendo un poco de historia y fue bastante hacia atrás. No habló de su adolescencia pero casi. Me volvió a contar cosas que no dejan de asombrarme. Se las escuché decir una y mil veces pero siempre me gusta volverlo a escuchar. Además, me deja la clara enseñanza de lo que quiero y no quiero y lo mejor de todo, de cuanto vale la libertad.

Me volvió a contar lo que pensaba en aquellos tiempos y me decía “…las cosas ya no son como las ves…”, “… es muy duro sobrevivir aunque el tiempo ya nos ha vuelto desconfiados…”. Por momentos recordaba viejos amores y me contaba sus emociones de aquellos días “… vos deseabas salir, de tu eterno jardín, yo de mi tonto fulgor, cuando encontrarnos era el fin y la vida el motor…” y seguía “un amor real, es como dormir y estar despierto, un amor real es como vivir en aeropuertos…”, “…y entonces rezo, rezo por vos…”. Después siguió y me contó de aquella vez que la revolución estuvo tan cerca “… pero si insisto, yo se muy bien te conseguiré…” también me contó que “ él tenia 3 libros y una foto del CHE…” y ahora siente que tiene 1000 años y muy poco que hacer. Por ahí volvía sobre historias de amor y le pegaba la lírica y decía “… Adela en el mas allá y los caballos de madera que la mecen y le mojan la piel…”. Obviamente no faltaron los consejos “… y si trabajas al pedo y estas haciendo algo nuevo, adelante…”

Pero lo mejor llegó cuando tocó el tema de su omnipotencia. En esos momentos proclama su genialidad y la charla se transforma en sublime. “… tu mamà también tiene el vicio…”, “… si fue hecho para mi, lo tengo que saber…” pero finalmente da su puntada final para no dejar dudas de quien es el mejor y dice “… no voy en tren, voy en avión… soy el que cierra y el que apaga la luz, aquí y en every where…”



Gracias Charly, un concierto tuyo, es como una charla con el viejo…

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